miércoles, agosto 13, 2003

Las series españolas


Fue hace ya tiempo cuando Televisión Española dejó de tener el monopolio televisivo del país y, por supuesto, cuando las series de producción propia, dejaron de ser cosa suya. desde entonces, decía, ha corrido el tiempo; pero parece que ha pasado en balde porque las series españolas no san sabido cubrir las mismas carencias de siempre.

En primer lugar, se supone que deben de entrar bien por la vista y esto resulta imposible. Las producciones son cutres, parece que estamos ante un culebrón venezolano. Los decorados se nota demasiado que son decorados. Por ejemplo: En la serie americana Lou Grant, la acción se desarrollaba en un periódico y eso era lo que parecía, un periódico importante de un ciudad, también importante, de los Estados Unidos. Pero vemos periodistas y la redacción del periódico parece un stand de ordenadores en la feria electrónica del Corte Inglés. Lou Grant se hizo en los años ochenta, y Periodistas me parece que todavía lo emiten. Pero esta carencia de decorados lo tienen todas las series. En la serie, Compañeros, me resultaba sobrecogedor ver un plano exterior del colegio y luego al cambiar al interior de las aulas el contraste era increíble, todo parecía de cartón piedra, y quizá era de cartón piedra.

Otro punto en común que tienen casi todas las series españolas, es su similitud con las series americanas. Lou Grant con Periodistas, Urgencias con Hospital Central, Ana y los siete con Nanny... Y la lista podría seguir y seguir. Pero claro son similares pero no mejores, ni equiparables. Si ya el primer espasmo visual te lo dan los decorados de mercadillo, le siguen guiones que a veces rozan lo surrealistas y rebuscados que no se cree nadie y que, por otra parte, carecen de dramatismo por culpa de actores que ni se creen lo que están haciendo.

Excepciones: Pocas, quizá Siete Vidas, que basa todo en sus actores y en diálogos propios de la democracia en la que estamos igual que en su tiempo Pepa y Pepe, porque los dialogos de Ana y Los Siete son los de las películas de Disney de los ochenta. También se salva Cuéntame, por lo menos se han gastado pasta y han cuidado la producción, a ver si aprenden de ella y de dan cuanta de que una buena producción también sube audiencia y no Coronado vestido de bombero, estresado y con problemas con las mujeres, que era lo mismo que hacia en periodistas y en hermanos de leche etc... Sólo ha cambiado de profesión el pibe, porque el papel sigue siendo el mismo.

En conclusión, el noventa por ciento de series de nuestro país son una porquería que se dedican únicamente en resaltar los clásicos valores familiares o lo bonito que sería ser médico, bombero o policía, siempre por vocación. Además, pero de todo es que por lo menos en las series america- nas, las tías están buenísimas mientras que en las españolas, simplemente no están mal. Yo no me creo las series españolas, casi todas me resultan fachas y sin contenido, creo que nos merecemos un poco más de imaginación y menos comerciabilidad. Siempre es preferible tener como audiencia una minoría entendida que una masa apollargada.