Resaca de Fiestas

Hola amigos

Aki estoy estoy de nuevo después de una temporada movidita y es q, si todo va como se espera, el próximo día 8 de Octubre culminaré en Jaén la temporada en la q más ciudades/pueblos he visitado en tiempo record. Y es q no he parado.

De todo ello, hoy me keda la sensación meláncolica de haber dejado atrás a muy buenos amigos, de esos q como mi colega el abuelo dice caen en un bote sin fondo. Algunos quizás no los volveré a ver, pero mejor, así me kedará el mejor recuerdo posible de ellos. Un recuerdo imperecedero q como también apuntaba Jesús t deja arruguillas en la cara de las sonrisas q provocan. A otros tendré q esperar interminables meses para kizás volver a verlos. Algunos se dejarán emborrachar de vez en cuando junto a mi en sucesivos encuentros. Y de los menos te keda la esperanza de q el destino t los vuelva a cruzar en tu camino, camino que no sabes donde te puede llevar y cuando t puede llevar pues el día menos pensado t ves borracho en una ciudad andaluza en la q ya pensabas q nunca pararías. Pero eso sí, como siempre, borracho... y sin pillar.

Ulmin

Cristo 2005

La resaca de las fiestas, todavía proclama a gritos su identidad protagonista, mata Brazatortas en un crimen perfecto del que nadie sabe quien o qué es lo culpable. Simplemente te levantas por la mañana y todo está muerto. Piensas: “Brazatortas se ha muerto, se ha gastao”.

Pues vale, ya no quedan banderitas, y las luces que cruzan la calle Real están apagadas. No hay puestos de ropa hortera, bolsos horteras, de turrones, la churrería, los caballitos para los niños, el castillo hinchable, el chiringuito de la plaza.

No queda nada.

Únicamente queda la sensación de que lo has pasado bien, que has reído más en la última semana, que en todo un mes del melancólico otoño que se avecina. Y cuando unos meses después veas las fotos y recuerdes, la sonrisilla perfecta marcara tu cara, y te saldrán unas arruguillas en las mejillas que le gustaran a alguna niña que te mirará, y que a base de caerle bien, te dará cariño y amor. Te sentirás bien y cuando sueñes, los angelitos estarán allí, revoloteando y piando como los semáforos, diciendo:

-¡Vamos hombre, cruza la calle ya!

Pues a cruzar, bueno está.

Así que da igual que la gente diga que este año las fiestas han sido un rollo, yo he salido todos los días y me lo he pasado bien. Como todos los años he cogido mis pedos y he visto los pedos de mi gente, más fuertes más flojos… Hemos compartido alcohol y hemos puesto un bote imperecedero que nunca se acaba; porque el bote de la amistad no tiene fondo. Es como el bote del amor, sólo que en este último caben muchas menos personas.

Pues si amigos, que bonito es eso, que bonitas han sido las fiestas a pesar de lo pesares y como hemos triunfado los Borrachos y Sin Pillar con nuestras camisetas. Seguimos partiendo el bacalao, semos los más originales y no nos avergonzamos de tener buenas ideas.

El año que viene….

Ya veremos, que más adelante hay más.

La Viñuela Quartet Band

Lo Mejor de ayer, en la Viñuela: La Orquesta. No sé como se llama; pero Güi pensó que íbamos a hacer una, sólo necesitamos un tio o una tía que sepa manejar una caja de música; nosotros ponemos nuestras voces angelicales.

Quizá la única diferencia con la orquesta de ayer, sería que en vez de destrozar temas de Bisbal, Luis Miguel, Pasodobles, Rumbas variadas y alguna que otra canción pop del Canto del Loco; destrozaríamos canciones de: Los Planetas, La Habitación Roja, Deluxe o La Buena Vida. Y, sinceramente, no se que es más peor.

Estoy harto de la misma mierda

He aquí la Mierda Número Uno.

He aquuí la Mierda Númro Dos.

septiembre de fiestas

Uy, el Abuelo se ha levantado hoy nostálgico, le pica la orejilla de las fiestas pasadas. Porque ya mismo está aquí el Cristo y puede parecer una chorrada, pero en las fiestas el Pueblo huele diferente, suena diferente. Aunque los últimos años no se que ha pasado que esa diferencia apenas la he notado, igual es porque me hago viejo. No sé lo cierto, que han venido a mi cabeza recuerdos de 1984, cuando vi amanecer por primera vez en las Fiestas del Cristo. Fue la noche de los mayos, y al contrario que ahora, todo el mundo salía a cantarlos y te abrían las puertas y te daban dulces y copitas de anís para que la noche se te hiciera menos pesada. Por aquel entonces la calle real todavía tenía adoquines y era la que mejor estaba porque las otras calles eran de tierra y piedra, que no veas el berenjenal que se formaba cuando llovía.

Pero no es plan de ponerse nostálgico porque hay que pensar que estas fiestas van a ser las mejores, aunque caigan mal, aunque no las pueda disfrutar a tope. En mi cabeza ya suena Lori Meyers y su Viaje de Estudios, se me abre la sonrisa y las ganas de pasármelo bien y trasnochar aceleran mi corazón. Pienso que con un movimiento de mi dedo lograré que las caderas crujan pero no duelan, y que al ver en las Fiestas un nuevo amanecer, la sola presencia de los amigos te haga olvidar la resaca de los días posteriores.

Así pues, estoy seguro que serán unas fiestas cojonudas e inolvidables donde los Angelitos Negros volarán sin contemplaciones.