En un Par de horas, unos cuantos BySP nos vamos a alburquerque a disfrutar de dos noches de buena música. Tenemos la mochila casi prepara y ya os contaremos cuando volvamos lo poco que nos siguen gustando Alejandro Sanz, Bisbal y todo ese elenco de adinerados artistas que hacen aun más adineradas a las discográficas.
Fue en Córdoba en Abril de 1986 cuando "Pabellón Psiquiátrico" se dio a conocer. Juan Antonio Castillo era el que componía las canciones. Temas que aquí en España pasaron un tanto desapercibidos por culpa dela censura en las radios. Aún así sonaban bastante por los garitos: "Inmaculada", "La Cabina", "La Flauta de Bartolo". Todas ellas canciones cargadas de ironía y sin pretensiones. Sacaron unos cuantos discos y Luego se separanon.
En 1996, Juan Antonio Castillo, saco un albun en plan cantautor llamado: "Las increíbles aventuras de Juan Antonio canta. Sinceramente, es uno de los mejores discos que he escuchado en mi vida y tiene auténticas joyas como "Te Quiero", "Cama Roja" o "Si tu, si yo". Desgraciadamente para Juan Antonio, "Esta noche cruzamos el Misissipi", se fijó en una de las canciones de ese disco; estoy hablando del "Rap de los cuarenta Limones". Y tuvimos limones hasta en la sopa, y fue canción del verano. sin embargo el éxito no le llegó a Juan Antonio, al que Pepe Navarro trataba como un pelele y todas las noches traía a su programa para que tocase el estribillo de los limones de los cojones, sin dejarle tocar ninguna otra de sus canciones. En diciembre de 1996 Juan Antonio se Ahorcaba en Córdoba sin dejar que unos cuantos que hemos escuchado su disco le dieramos las gracias por ese buen puñado de canciones. Un héroe de rock, un inadaptado, o un brillo en un rayo de pensamiento alternativo agostado a velocidad del rayo.
Tony Romingger puede que tenga el casco de koji kabuto, pero sólo hay un Mazinger, sí
- He visto un amanecer a unos 10 km. de altura. - He visto una casa en la que vivían un español, un portugués, un malayo, un italiano y un saudí. - He visto un zorro correr a dos metros de mi. - He visto una casa llena de gente bebiendo, bailando y pillando. - He visto a gente aplaudir cuando un avión consiguió aterrizar un día de fuertes turbulencias. - He visto a una inglesa enseñar su sexo en una discoteca. - He visto alumnos reir, gritar, correr y cantar en mitad de clase con el profesor desesperado. - He visto un paisaje cretácico en el que los helechos me llegaban a la cintura. - He visto las montañas por las que William Wallace corría clamando su libertad. - He visto una playa plagada de gusanos de barro. - He visto maravillosas ciudades repletas de sorprendentes edificaciones. - He visto una puesta de sol a unos 10 km. de altura.
...cuando mi Erasmus termine, todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de regresar.
Me quedaba un sobre y un sello que te tenía reservados para escribirte una cartita, asi que aunque ahora tengo internet he decidido escribirte una carta al modo tradicional. Espero que llegue antes que yo que vuelo manana.
Por aquí, no me termino de acostumbrar a vivir en casa de David. Menos mal que al final decidí que esta situación sólo se alargase dos días y no dos semanas. Por ejemplo, su casa tiene una lavadora que no funciona bien. Ayer puse cuatro camisas, tiré de la cadena y todavía no las he vuelto a ver.
La verdad que soy un poco quejica porque encima de que me dejan vivir de gratis tengo internet de alta velocidad... bueno, eso es lo que dice él porque siempre le gano al ordenador las carreras que nos echamos por la habitación.
Nada más, ya pronto nos veremos porque voy para España mañana. Si te encuentras entre medias con mi hermana salúdala de mi parte, si no la encuentras, no le digas nada.
Muchos besos. Tu amigo Javi.
Memories
Recuerdo...
- Las partidas al ordenador con Pablo en el aeropuerto para olvidarnos del "delay". - Nuestra primera noche en Langstone tras poder hablar sólo con la seguridad. - Los sandwiches de Jamón y queso con José en la habitación de Langstone. - La primera llamada que atendí en inglés. - Mi primera noche en nuestra casa arropándome con la cazadora por olvidar comprar un edredón. - Cuando Pablo y yo dijimos que iriamos a correr todas las mañanas. - El primer carrito que robamos. - Cuando recoger vasos en el Tiger era una competición por caerle bien al jefe. - La primera bici que me encontré. - La partida de tabú en inglés en casa de Ana donde todos éramos españoles. - Cuando acatarrado y helado me arrimaba al calor del lavavajillas de la barra del Tiger. - La segunda bici que me encontré. - Mi primer cheque. - Cuando cargaba mi guitarra y mi bici en un carrito de Tesco por todo Portsmouth. - La primera vez que toqué la guitarra con una pua hecha con un yogohurt. - La tercera bici que me encontré. - Cuando nos colamos Pablo y yo en la Union por no pagar 3 libras. ¡Y cómo nos colamos! - Cuando se atascó el fregadero de la cocina y salía aceite como una serpiente por el desagüe. - Cuando me colé en el Tiger diciendo que todavía era empleado. - Cuando me convertí en un héroe por desatascar el fregadero con un desatascador que compré. - Cuando me colé en el Jongleurs ya hecho todo un profesional. - La primera tortilla que me salió decente. - La cuarta bici que me encontré. - Mi primer día como profesor en King Richard school. - La cascada en mitad de la selva cretácica perdida en las carreteras de Escocia. - La pinta que teníamos con los gorros escoceses. - Los acantilados de la isla de Skye. - La primera vez que vacié el depósito del baño de la caravana. - La primera vez que llevé una caravana y que a su vez conduje por la izquierda. - Las gaitas sonando en Edinburh. - La quinta bici que me encontré. - La alegría de estar entre gente con la que realmente estaba agusto. - Cuando pensábamos recorrer la isla de Wight en bici. - La cena con las chinas. - La cara de todas y cada una de las personas que he conocido en la Erasmus.
Estoy a ver si bajo al pueblo cuando vuelva a España y así os veo un poco. Seguramente primero me pase por la Pandorga, si me invitas como vienes haciendo estos últimos años, pero después seguro al pueblo donde, por cierto, me han dicho que no voy a reconocer tu casa cuando vaya, porque te has mudado.
Hace poco hicimos un viaje en el que conocí a la novia de un amigo que era china. Se llama Ling Ling. ¿Te suena de algo? Me hizo mucha gracia saberlo y me acordé de ti. Ahora entiendo porque te llaman Chino.
De todas formas, esto de los nombres extranjeros es muy gracioso. El otro día llamé a un amigo y me dijo que no salía porque estaba en la cama con Hepatitis. Yo supuse que su nueva amiga era griega por el nombre, aunque aún no me lo aclaró porque hace tiempo que no sé de él. Debe ser muy buena en la cama.
He escrito en el remite mi nombre en chino así no sabras quien soy y te llevaras una sorpresa cuando abras la carta.
Un abrazo. Tu amigo Javi.
Letters from my Erasmus 29
Querido Roberto:
No sé si todavía seguirás por tierras holandesas o ya has vuelto a España, así que te escribo para que me informes que hace algún tiempo que no sé nada de mi compañero de desayunos en Gales.
Estoy a punto de volverme a España. Hoy, de hecho, pasaré la noche en casa de David ya. Dormiré allí dos noches hasta el Miércoles cuando tomaré el avión. Como voy a cambiar de casa dos veces en esta semana, si decides contestarme escribe en la carta mi movil en lugar de la dirección. Así que el cartero me llame y ya le confirmo yo donde traerme la carta.
Con todo esto de la mudanza estoy sacando todo lo que encuentro por la casa y lo llevo para la otra. Así buscando encontre a mi amigo Juancho muerto en un armario. Llevaba allí desde aquel día que nos ganó a todos jugando al escondite. Gracias a esto conocí a una persona muy importante aquí en Portsmouth. Tiene 500 personas bajo su poder. Cuida el cementerio.
Bueno, nada más, que si me enrollo mucho acabo terminando la carta en España.