martes, mayo 30, 2006

Divina Pastora 2006

Hola buenas noches, basta de crónicuchas aburridas, aki están las fotos que todos esperabáis:
y Ahora el concurso de tetas, comernarnos cual os gustan más, calificarlas, bautizarlas, etc.

Tetas # 1

Tetas #2

Tetas #3


Y recordad el viejo provervio chino: El que no llora, no mama.

Divina Pastora 2006 (2)


Paseo Mañanero.

A eso de las once del sábado me levanto, desayuno y como no tengo nada que hacer, me doy un paseo. Pienso:
"Joder, hasta en las fiestas la estación está tranquila".
En la plaza hay unos niños sentados a la sombra. El chiringuito está vacío. Giro a la derecha, las atracciones estan desiertas (quizá sea porque están cerradas). Unas cuantas mujeres de diversas edades charlan. Llego a los coches de choque. No tienen música, los están limpiando. Giro ahora a la izquierda. Ante mí, toda una calle desiérta. Miro al suelo, unas hormigas se llevan a una polilla a casa; tamién tienen su fiesta. Echo de menos las gafas de sol y empiezo a tener calor. Decido volver a casa, pienso en demasiadas cosas al mismo tiempo. Si tuviese resaca, seguro que me dolía la cabeza.
Aurelio, el tuerto, me adelanta en su cuatro ruedas y charlamos un minuto; no se cree que viva por aquí. Soy una caja de sorpresas. Para el camino de vuelta deshago el de ida. Todo sigue igual. en la plaza hay mas gente, me fijo y son las mujeres que antes charlaban frente la atracción d ela pista americana para niños. Muestro una leve sonrisa y entro a casa. En el patio leo un poco. Apago el reproductor mp3 del telefono para que la bateria me dure hasta la noche y pueda seguir sacando fotos.
Escuho la música del chiringuito, y como no me gusta nada, enciendo el radio cd y pongo un cd que me trae muy buenos recuerdos. "Un actor mejicano" de "la buena vida" empieza a sonar. Sonrío, igual me doy otro paseo. Lo que no sé es si iré al chiringuito o a la otra cara lunar.

Desde la uni

Hola amigos

Me vais a leer poco durante unos días porque estoy de exámenes. El título del post no engaña, estoy en la uni viendo pasar desde mi mesa cantidad de estudiantes con un montón de preocupaciones debido a las fechas. El flujo es continuo debido a que he llegado tarde a la biblioteca y no he conseguido sitio dentro, por lo que me he tenido que salir a una mesa de fuera. Una vez allí me he conectado a internet desde el portatil, xq me he comprado uno para una necesidad futura que ya os contaré en otro post y con más tiempo.

Nuevamente me he perdido otra Divina pastora. Deseando que llegue un año enq no tenga que perderme tales eventos por culpa de los etudios me despido. A ver q tal está el concurso de bustos ese que se está haciendo tan famoso jeje.

lunes, mayo 29, 2006

Divina Pastora 2006 (1)



Regreso a las viejas costumbres.

El Viernes todo estaba tranquilo y todo empezaba con charlas de adultos en las que el dinero era el rey. Nos decíamos:
"Por fin somos mayores y estamos contentos por eso".
pero en cuanto nos tomamos la primera copa volvimos a jugar a ser niños otra vez. Un maletero fue una barra improvisada, y el alcohol, empezaba a encender unos corazones que con el tiempo comenzarán a mostrarse más fríos que de costumbre.
Apareció una feria a nuestro lado, un "rover" tuneado con más luces que un arbol de navidad y con rumbas y la canción del koala a toda pastilla. Pensamos:
"El mundo está roto, sa gastao".
Cecilio se puso la camiseta BySP. Ivan me preguntaba si este año no hacía fiesta en casa. casi todos estabámos pendientes del "wonder bra" de Noelia. Mucha gente se acercaba al maletero a tomar copas. casi todos buena gente; aunque siempre aparecía algún pesado que te contaba su vida irreversiblemente.
Como es inevitable ir al baile. Allí los de siempre, la misma orquesta, las mismas caras, y el chico mejor conjuntado del todo el baile; así coo algún que otro personaje.
Como decían
los piratas: fin de la primera parte

(paciencia, las fotos se están procesando. Todo llegará. Este año hasta tenemos concurso de tetas)

viernes, mayo 26, 2006

La Luz del Vampiro: "De Compras"


ANTES venía mucho a comprar por aquí. Me gustaba porque trabajaba de cajera una chica muy bonita. ¿No os ha ocurrido, a veces, que ves a una chica y quedas prendado de ella sin saber por qué? Pues bien, la que trabajaba en este hipermercado, daba la impresión de haber nacido única y exclusivamente para mí.
Me encantaba observarla mientras pasaba los productos por el escáner, mirar sus ojos mientras comprobaban que el precio que marcaba el ordenador, se ajustaba al producto que sostenía entres sus finas manos. Observaba con deleite, como luego, dejaba caer el producto por la rampa donde los clientes lo embutían en bolsas con el logotipo del Pryca.
Sus ojos atendían a todo y en todo momento era la reina de su caja. Vestida con esa falda verde oscuro y esa camisa blanca con corbata a juego con la falda, la chapita con su nombre… El pelo siempre recogido en un moño, esas manos tan finas, su delicado rostro de diosa griega. No sé por qué, pero nunca me solía fijar en su trasero ―un poco rechoncho―, ni en sus pechos ―posiblemente caídos. Y cuando hablaba, ¡joder! Entonces sí que se me caía el mundo encima. Esa voz, que para otro podía ser átona e impersonal, para mí procedía de un Ángel a la vera del Señor. Y lo más importante: siempre, cuando me devolvía el cambio, me daba las gracias.
Pero ahora ya no trabajaba allí.
He dado, como siempre, una vuelta por la zona de lencería. Luego he ido a ver los tiburones a la pescadería. Me intrica como un animal tan depredador y cabrón como el tiburón, pueda acabar degollado sobre un mostrador. No es justo, cuando pruebas a ser tú mismo el depredador, nunca piensas que te van a atrapar; sólo cuando has terminado te entra el gusanillo y preguntas:
¿Y si me ven?
Pero eso también me ocurre cuando orino en la calle sin estar borracho.
Bueno, cuando orinaba, claro. Ahora ya no tengo necesidades fisiológicas, salvo el hambre, por supuesto.
Y estoy en el Pryca porque otra vez me ha entrado el hambre y enseguida he pensado en mi cajera favorita; pero van a cerrar y no la he visto. No sé que coño voy a comerme hoy, y paradójicamente, estoy rodeado de comida por todos lados; lamentablemente no es la clase de sustento que necesito.
Para disimular, he cogido una tableta de chocolate; pero la he vuelto a dejar porque no tengo dinero. Y tomo conciencia de que ese es otro problema. Una cosa es que necesite sangre para vivir; pero sin el dinero esa vida sería asquerosa. Pensé que podía hacer dos cosas: o bien robarlo, o bien trabajar; pero lo segundo no me convence porque debía de ser un trabajo nocturno y no podría comer si estoy trabajando. Eso de comer en el trabajo, no me convence tampoco, al final te acaban pillando y no…
Me quedo mirando la estantería de las coca-colas. Pongo cara de bobo.
«Eso si que es una multinacional ―me digo―. ¿Cómo podría ganar tanto dinero como ellos? Tendría que ver a Agustín González, el odontólogo y Siervo de Criaturas Nocturnas, quizás él pueda ayudarme».
Pero lo primero es lo primero. Salgo del hipermercado. Mientras camino por el parking semidesierto, escucho a una madre hablar con su niña. Me acerco y observo con cuidado la tierna escena de una madre arreglándole la ropita a su niña de unos nueve años.
¿A qué saben las niñas? Me pregunto.

lunes, mayo 22, 2006

Rebuscando


Saludos cordiales:
El Abuelo rebuscando en su disco duro, ha encontrado algunas cosillas interesantes y las ha puesto en un sitio que se llama material obsoleto. De vez en cuando ira poniendo algo. Si os pasais por alli y se lo decis a vustros amiguitos y amiguitas, nunca se os caera el pelo y haréis el amor treinta y dos veces al mes. Por otra parte os tocara la lotería todas las semanas y un señor con barba ira a vuestra casa toda las mañana para daros las gracias por ser tan buenas personas. Por su puesto, tambien tendréis barra libre en todos los garitos del mundo.

sábado, mayo 20, 2006

La Luz del Vampiro - Visita Inesperada


ESTA noche me he levantado con otro aire y una sonrisilla de pícaro maravillosa. Me he incorporado en la cama y he respirado a gusto el fétido aire que reina ahora en mi hogar. Entre lo apestoso de mi aliento y los cuerpos en descomposición de mis padres; el olor a podrido, en vez de molestarme, me embelesa. De todas formas he tenido que abrir la ventana por si los vecinos sospechan. Aunque, que yo sepa, tampoco teníamos mucho roce con ellos. Quizá se deba a que sólo llevábamos viviendo aquí quince días cuando todo sucedió.

He ido luego al baño y me he mirado al espejo. Para entretenerme, me he transformado unas cuantas veces. Resulta curioso; pero hasta que no le chupé la sangre a aquella mujer en el baile, era incapaz de controlar mis metamorfosis. Ahora, en cambio, lo hago a voluntad. Me observo y sonrío con una sensación extraña.

«Tal vez se deba a que hoy estoy saciado de verdad». Me digo con tono conciliador. Desde luego, si soy un vampiro, debo matar gente y beber su sangre. Como no soy homosexual, lo lógico es que se la chupe a las mujeres.

No voy a chupársela a los hombres.

Me río de mi broma, me transformo en demonio de la oscuridad y susurro con voz gutural:

Prepárense, jovencitas, hay un vampiro nuevo en la ciudad.

Entonces llaman a la puerta.

Me vuelvo, mis ojos se encienden. ¿Y si era el vecino que venía a pedirme sal?

Lo degollaría.

¿Y si era la vecina la que quería sal?

La dejaría seca. Pero primero la violaría.

Sonrío, y yo que creía que no tenía hambre.

Voy a abrir la puerta y zanjar el asunto, cuando mi ente racional me devuelve a la realidad. Lo hace con una voz sería, comprometida con la situación.

Si abres la puerta y te cargas al que está detrás, ¿dónde vivirás? Tendrás que vagar por la ciudad, dormir en sitios oscuros; en cloacas, ¡con las ratas! Transfórmate en un educado adolescente, se amable. ¡No bebas la sangre de tus vecinos!

Hago caso a la voz y me transformo. Alargo la mano hasta la puerta.

¡Y echa ambientador! ¡Tus padres huelen que apestan, es que no has visto lo hinchadas que tienen las barrigas!

Cierto, me había olvidado por completo de ellos. Estaban en el baño, dentro de la bañera para ser más preciso. Con paso torpe me dirijo hacia allí. Los observo un instante; papá está encima de mamá. Papá no tiene cabeza; pero sé que es él por las pecas de su espalda. A mamá no puedo verla porque está descuartizada; pero está debajo, fijo.

Corro las cortinas de la bañera, están manchadas de sangre; igual que las paredes, el lavabo, el retrete y gran parte de la casa; pero así me quedaba más tranquilo. Abro el armarito, saco de él un bote de desodorante y comienzo a llenar la casa de ese olor tan raro que tienen los desodorantes.

Luego, con una sonrisa, abro la puerta.

Ante mí hay un hombre de mediana edad, medianamente calvo y medianamente alto. No puedo decir si es o no medianamente gordo o delgado porque viste un grueso abrigo de color caqui que tapa por completo el contorno de su figura. No había visto a ese hombre en mi vida, y sin embargo, la primera impresión que tengo de él, es buena. No me molestaron, en absoluto, sus rasgos faciales groseros, ni su exceso de vello en el entrecejo y los orificios nasales. A mí también me pasa lo mismo, a lo mejor me inundó un extraño sentimiento de solidaridad. Puede ser.

Hola, buenas noches, me llamo Agustín se presenta mientras acaricia un aro de oro que lleva colgado en la oreja izquierda a modo de pendiente.

Hola dije, quizás un poco parco.

Tengo el deber de congratularme con usted y felicitarle, ya que el otro día, por fin, después de unas semanas, decidió poor fin en bautizarse en las lides del vampirismo.

Me quedo anonadado. Mis ojos se abren como platos y mi boca hace lo propio para que entrasen las mocas. Algo que ocurrió inevitablemente porque el piso estaba infestado de esto insectos a causa de mis padres y yo mismo. ¿Cómo sabía que era vampiro? ¿Acaso el también lo era?

Miro a aquel hombre aún más ensimismado. No se que decir, él continua sonriéndome.

Bien, eso era todo, aquí tiene mi tarjeta, si tiene algún problema venga a verme.

Me alarga una tarjeta de visita con letras rojas, la cojo.

¿Pero…? Comienzo a preguntar, pero él me corta.

Hoy no tengo tiempo para preguntas. Con Dios, amigo.

Y se da media vuelta y comienza a caminar hasta el ascensor, entonces se vuelve y me dice:

Yo que usted no tendría cadáveres encasa, y menos en un edificio respetable como este.

He echado desodorante digo disculpando mi comportamiento. El hombre se encoge de hombros, como si no fuera con él.

Cierro la puerta, me meto en casa y leo la tarjeta:

Agustín González.

C/ Amargura nº 6, bajo.

Odontólogo y Siervo de Criaturas Nocturnas.

«¡Anda! me digo. Se llama igual que ese actor calvete que siempre habla a gritos».

martes, mayo 16, 2006

San Isidro 2006



Hola, chicos y chicas de edades diversas. Hoy os vengo a contar que este año en la Pradera hubo muy poca gente. Para empezar, el fin de semana fue muy raro porque las discotecas estaban cerradas y todos los años las abrían para San Isidro. Te daba alegría ir a la Martes y 13 y tomarte una copilla aunque no hubiese mucha gente.
En la vispera, el 14 de mayo solo estaba abierto el tio Sanz porque dieron a entender que la orquesta tocaría esa noche; pero tocó el Lunes; también quiza por eso no abrieron las discotecas. Es decir, que la organización fue una mierda, ya cogeré por banda al concejal de festejos para que me lo explique porque creo que varios garito perdieron dinero.
Aquí el que escribe, la noche de la víspera, ni siquiera fue a la pradera, al chiringuito que montan allí, ya que ciertas informaciones decían que no había nada de nada, y como en el tio sanz estábamos cuatro, no tenía ganas de coger el coche, asi que a la camita a ver si soñaba con angelitos negros.
Y amaneció el dia 15 de mayo, San Isidro labrador, chicos y chicas de edades diversas. Cesar y yo, decidimos ir caminando coo en los viejos tiempos hasta la romería. Me´dia hora de caminata bajo un sol intenso, más que en mayo parecía que estabamos en Julio y eran las once y media de la mañana.
Cuando llégamos a la pradera nos encontramos lo que más suponíamos, que no había mucha gente. Nos tomamos la primera birra que nos hacía falta despues de la caminata y luego nos fuimos a tomar más por ahí y que nos invitaran. Una cosa queda clara. no estabamos agusto en ningun sitio porque hacia un calor de cojones. Solo deciros que despues de una quince cervezas y seis copas, solo oriné dos veces y no estábamos borachos porque el alcohol lo sudábamos niños y niñas de edades comprometidas.
Resumiendo, no me lo pasé mal, pero a las ocho y media de la tarde solo quería ir a casa y darme una ducha fria para quitarme el calor y acostarme, porque a ver quien tenía ganas luego de aguantar a la orquesata pachanguera con cuatro bailando. Pero eso es otra historia, que la cuente Lin, que el si fue.

sábado, mayo 13, 2006

La Luz del Vampiro - El Baile


ESTA noche me he vestido para la ocasión, me he puesto elegante. He sacado del armario el traje que me compré para la boda de mi mejor amigo. Sólo en su boda me puse traje, era una cuestión de amistad.

Junto con el traje, que me estaba un poco pequeño, he sacado una corbata a juego con multitud de rayas horizontales grises y blancas. En un cajón he encontrado unos calcetines negros de esos que parecen medias y, que junto a unos zapatos de cordones que me apretaban un poco, hacían de mi persona alguien diferente.

«Caramba ―me digo―, si hasta pareces un vampiro de verdad, de los de las películas de los setenta».

Sonrío ante el espejo, es mentira eso que dicen que no nos podemos reflejan en ellos. Yo creo que lo que ocurre es que a veces nos da un poco de desconsuelo contemplarnos en nuestra forma original.

Enseguida escondo mi sonrisa de dos filas de dientes. Me concentro y mis rasgos demoníacos se tornan en lo que fui antes: Un adolescente palillero lleno de granos. Me pregunto, amargado, si mi nuevo estado no será a la larga peor que el anterior. No sé, pero estos dos cuernecillos que me salen de las sienes, me gustan. No son tan desoladores como el hocico chato de enormes orificios, mis orejas puntiagudas o mis cuatro tetillas.

¡Al diablo! Hoy voy de guay. Voy al baile.

Salgo de casa con la sonrisa puesta, como en la canción de Tequila. Me permito el lujo de ir en taxi en vez de volando, como solía hacer. Iba al baile.

Subo las escaleras del hall del hotel hasta el salón de baile entre agitado y nervioso. Siento, como unas tras otra, me invaden distintas oleadas de sentimientos encontrados que ni me acordaba que tenía. Entonces entro en el salón y todo cambia.

Hay multitud de señoritas, muchas bailan acompañadas de un galán; pero muchas otras, esperan sentadas en enormes tresillos de la época victoriana.

Al principio me invade la vergüenza y hago gala de una espantosa timidez.

«Tranquilo ―me digo―, no pasa nada, sólo es un baile».

Sin embargo, luego, tengo que concentrarme al máximo para que mis rasgos vampiros no salgan al exterior. Siento que mis cuernecillos desean emerger. Mi boca comienza a manar saliva en torrentes de deseo hacia todas aquellas doncellas. Así que hago lo que un hombre que ya no lo es hace en estos casos: salgo al balcón a tomar el aire fresco.

Miro la luna. Está tan grande, tan amarilla. Las dos filas de dientes asoman por mi mandíbula con desahogo, mis pupilas se tornan mínimas y rojas como la sangre; los cuernecillos asoman, mis uñas y entrecejo comienzan a crecer de forma irremediable. Mi nariz se convierte en hocico, y hasta tengo una erección; mi pene de treinta centímetros se pelea con unos calzoncillos clásicos abanderado.

Una exuberante sensación me inunda:

El hambre.

Es un apetito voraz. ¡Malditas doncellas! Intento que mi cuerpo se sosiegue, mas no lo consigo; entonces pienso:

Salta por el balcón. Vuela hasta un sucio callejón y arremete contra un escuálido gato.

Pero, soy incapaz de hacerlo al escuchar una dulce voz a mis espaldas. Aquella voz corta el aire con una canción de deseo y pasión desmesurada.

―¡Joder! ¡Qué calor hace ahí dentro! Los de este hotel son unos rácanos no se gastan nada en aire acondicionado. ¡Qué estamos en agosto!

Me vuelvo entonces. Mi saliva chorrea por mi boca tal que me hubieran instalado allí dentro una boca de incendios. El glande de mi pene emerge por la cintura del pantalón enrojecido y palpitante, como presa de un rubor juvenil. Mis ojos inyectados observan a esa mujer de enorme culo y pechos pequeños encasquetada en un traje de noche que le esta como dos tallas más pequeño. Lleva el pelo recogido, dejando su cuello completamente descubierto. Da la impresión de que se dilata y contrae a un ritmo frenético. Es que me esta llamando a gritos:

¡Ven, cómeme, te estoy esperando!

Ella me observa pálida, incapaz de moverse. Sólo una agitada respiración es lo que sus pulmones son capaces de hacer. Por un instante pienso que de tanto respirar le va a explotar el vestido.

Me mata el hambre.

De un salto, me encaramo a su cuello. Ella reacciona entonces e intenta zafarse de mi abrazo letal; pero enseguida mi fuerza la consume. De un bocado, le arranco medio cuello. La sangre caliente golpea mi cara, se introduce en mi boca; mi lengua es un océano infinito de sensaciones placenteras. Comienzo a beber de aquel manantial hasta que se agota. Siento como las fuerzas de mi victima menguan paulatinamente hasta llegar a ser un trapo entre mis garras.

Lo había conseguido, por fin había perdido mi virginidad. No es como lo había imaginado en un principio; es mucho mejor. Ha valido la pena.

Escucho entonces ruidos de pasos tras de mí. Abandono mi presa y salto por el balcón. Tengo que ir a estos bailes de solteros más a menudo. Ya me lo decía la gente:

Debes relacionarte, no te cohíbas, échale morro a la vida. Se un tío chulo, como tu padre.

miércoles, mayo 10, 2006

Sin tiempo

¿Quién no ha deseado alguna vez poseer la sala del espacio y el tiempo, que utilizaban Goku y sus amigos, para poder alargar esos momentos irrepetibles o estirar al máximo esas horas en las que necesitas terminar algún asunto importante?

Esta es una de esas ocasiones para mi. Siento responder con tan poca fuerza a la ayuda pedida por mi amigo el abuelo, pero esq no tengo tiempo ni para emborracharme y así mal vamos. Ya sólo falta que acabe pillando y entonces adios al poco tiempo que me keda. ¡Joder! Este finde voy a tener que emborracharme.

Me despido rápidamente con una frase de Estopa: "Lo que no sobra nunca siempre es el tiempo".

PD: Ezú, llegarán tiempos mejores.

la vuelta de silent bob

Hola, amigos, ojala todos los días pusiera entradas como esta.
De primeras, Kevin Smith vuelve hacer de bob el silencioso. Aquí tienes el trailer de Clerks 2.
De segundas, Lo último de La Habitación Roja, dos temazos que podéis escuchar pinchando en los respectivos enlaces.


Sé que para la mayoria del mundo estas dos cositas no les supondrán nada importante; sin embargo para algunos bysp va a fomentar las sonrisas interiores. Por cierto, un mensaje a los otros BySP: A ver si colaboramos más que lo estoy haciendo yo casi todo, cabrones.

Cantaautores Alternativos.


Hacia tiempo que no llegaban al buzón de correo de Borrachos y sin pillar colaboraciones. Copio y Pego a ver que os parecen estos mendas. Yo tampoco he oido nada asi que en cuanto que los escuche, dare mi opinión:

Estimados amigos, ante la Rabiosa actualidad y habiendo sido creadores de un documento musical y artístico creemos Unico.
Les ofrecemos nuestro tema "Botellón Prohibido", y "Mis amigos los Borrachos" así como nuestras numerosas canciones Alternativas esperando despierten su interés.
www.sonidoteca.com
www.sonidoteca.com/mp3.html (Link Canciones, registradas con permiso de descarga)

Esperamos una escucha sin prejuicios y una lectura positiva de nuestro mensaje, ante todo hacemos Arte.
Agradecidos de antemano les remitimos un saludo!!!
Liróforo y Los Autocantantes. Cantautores Alternativos.

domingo, mayo 07, 2006

Feria 2006


Hola, buenas noches:
Han pasado dos años desde que escribiera algo sobre la Feria de mayo de Puertollano. Después de leerlo, me he sentido relativamente nostalgico, porque, a fin de cuentas, en la feria, casi nunca me lo he pasado bien. Y este año, no iba a ser una excepción. Todos los años me harto de escuchar una canción. Este año ha sido la de Koala, el señor ese que va a montar un corral. Los conciertos han sido una mierda: Miranda Warnig y El barrio. Otros años venían el doble de artistas. Otra cosa que me ha llamado la atención ha sido que este año ha habido mucha menos gente. Paradojas de la vida, con la de pisos nuevos que estan construyendo, se supone que la población a aumenta; pero no se ha visto reflejado en la feria para nada. La única población que aumenta es la calorra y la de los botellones en los aparcamientos cercanos al recinto.
Por otra parte, otra de las cosas que me gustaba de la feria era estar tranquilo tomándome una copa y ver pasar mujeres guapas; pero yo no sé que ha pasado este año que casi todas eran feas y peinadas con tupes extraños. Que los tios se peinen como si se hubiesen puesto delante de un super ventilador, me da lo mismo; pero las tipas con tupes extraños no sustentan las expectativas de mi líbido.
Pues bueno, hasta aquí esta especie de crónica para cumplimentar un breve espacio vacío de forma ocasional. Porque habrá más ferias y queramos o no, todas serán iguales y en casi todas me aburriré.
Conclusión: No sé como me las apaño que siempre acabo poniendome en el paso de la gente y me mareo de tanto dejarla pasar para allá y para acá; asi como de escuchar, siempre, la música de dos casetas la la vez.

sábado, mayo 06, 2006

La Luz del Vampiro - El Manjar


HACE cinco días que no puedo comer, o al menos la clase de comida que antes acostumbraba a ingerir. He probado —como en la película—, a tomar sólo sangre de animales menores como: gatos, pájaros, chuchos abandonados e, incluso ratas —bueno de esas blancas de laboratorio—; pero no sacian mi sed.
Es como si un ser humano normal, únicamente pudiese comer pan y beber agua; todo insípido, sin textura.
Me merezco un banquete.
Huelo el aire, junto a los gases de los tubos de escape, percibo el claro aroma del sudor de una mujer joven. Es un olor que quizá antes me resultaba un poco desagradable, exceptuando el momento del sexo, entonces era muy agradable, y sugerente. Ahora, en cambio, resulta extraordinariamente provocativo para mis papilas gustativas.
¡Dios mío, la boca se me hace agua!
Intento alejar ese pensamiento de mi cabeza; sin embargo todo se vuelve rojo y salado. Husmeo el aire y sonrío enseñando mis nuevas dos filas de dientes. Me siento increíblemente feliz: como un náufrago por fin rescatado de su monótona vida en una pequeña isla desierta, y en su primera cena en la nave rescatadora, tiene ante él un suculento solomillo de cerdo con patatas fritas. Lo mira y sonríe como yo ahora, porque durante meses sólo comió pescado, cocos y plátanos.
Como el filete a la boca del náufrago, la mujer se dirige hacia mí; incauta y con prisas. Hace dos horas que se ha puesto el sol, seguro que viene del trabajo, seguro que está deseando volver a casa, ducharse, quitar de su cuerpo ese olor a sudor que me está matando.
No podrá.
Dejo volar mi imaginación, la veo doblando la esquina, mirándome. Me sonríe de forma natural, como si ya me conociera. Se detiene de pronto y comienza a respirar con fuerza. Sus pechos suben y bajan en un compás dulce, sus pezones se ponen duros y se abren paso a través del sujetador para marcar su pronunciado relieve bajo la ligera blusa de primavera que lleva. Tan blanca como la refinada pureza de una virgen enclaustrada a la espera de un marido fiel que interprete a la perfección sus románticas y bucólicas ideas sobre el amor. Un esposo que la proteja y cuide con ternura en los momentos malos y que la posea con desprecio y violencia en los buenos.
Nos miramos, le enseño mis dos filas de dientes en una sonrisa deforme de carácter truculento. Ella siente calor en su entrepierna y comienza a mover sus caderas en imaginarios círculos concéntricos cada vez más amplios. Abre y cierra sus muslos mientras el algodón de sus bragas se empapa de un éxtasis inimaginable.
La llamo con el dedo, como una triste imitación de un Conde Drácula en blanco y negro, un Nosferatu decrépito de largas uñas y mente tullida. Pero ella no me ve así y cree que está ante el galán de pene enorme con el que sueña dos o tres veces al mes. Con caras distintas, pero siempre con el mismo agigantado y agitado miembro.
Me estremezco al contemplar como su respiración se sumerge con alevosía en un frenesí. Con su mano izquierda aprieta un pequeño bolso negro de piel, con tanta fuerza, que las yemas de sus dedos se han quedado blancas. Sus ojos no pestañean y tienen el extraño brillo de los que saben que van a morir en un sin vivir de placer; ¿Para qué van a pestañear? Los párpados saben que cuando vuelvan a tapar la luz a sus pupilas, será la última vez.
Ya está aquí; la siento, la huelo, escucho claramente sus tacones al chocar contra la acera. Todos mis músculos se ponen tensos, mis dientes se hacen aún más largos, puntiagudos y afilados.
Miro a las estrellas y pienso en el náufrago en el barco probando el primer bocado de su solomillo. Imagino su cara, su sonrisa cuando después de masticar su primer pedazo se lo traga y como, raudo y con maestría, utilizando afanosamente los cubiertos, corta otro trozo más.
Entonces la mujer dobla la esquina. Por poco se tropieza conmigo. Levanta la cabeza, me mira, me observa.
—Perdone —dice con voz cascada, la clásica de fumadora empedernida—, no quería asustarte.
Me rebasa y sigue su camino. Sin poder mediar palabra, la observo desaparecer calle abajo. De pronto escucho un ruido, procede de unos contenedores llenos hasta el borde de bolsas de basura, tanto que algunas de las bolsas están en el suelo. Estoy seguro que el causante de los ruidos ha sido algún gato callejero o un chucho flacucho y abandonado. Hasta mi nariz llega su olor: se trata de un perro vagabundo; aunque no sea un filete, esta noche debo apaciguar el hambre.

lunes, mayo 01, 2006

Feliz Mayo, Amigos


Hola amigos, ya estamos en mayo, el mes de las flores. Por eso tenemos a Güi de borracho del mes, porque Lin tiene alergia y El Abuelo no y Javi lo fue el mes pasado. No que tuviese alergia el mes pasado y este no; sino que el mes pasado fue borracho del mes y ahora le toca a otro. Además en la foto irradia una cara de felicidad sublime y notoria. Así como notorio era el hecho que estaba borracho y que eran las ocho de una cálida mañana de agosto, que no es el mes de las flores sino del Pasto.
Esto... La Piba del Mes se llama: Kerstin Karth, es rubia y está mu buena. si queréis saber su teléfono preguntárselo cuando la véais por la calle. Es fácil verla en parajes como Brazatortas, un municipio lleno de gente sublime.
Y... Bueno, habréis notado que el formato de la web ha cambiado un poco, se ha hecho así para os deleitéis con cosas nuevas cada poco tiempo y así os aburrais menos y, en conclusión: os hagais menos pajillas.

Conclusión final: El vídeo de Adrianuco, lo han visto ya más de 170 veces, fue un acierto de Lin ponerlo en la categoría de mascotas y animales. Adiós amigos, esperamos vuestros comentarios sobre el nuevo formato de la web. Por cierto, no soy Javi.