Estiro los músculos y lanzo un terrible bostezo. Mi Siervo entra en la habitación asustado y me mira inquieto. Al ver el estado en el que me encuentro, sonríe de oreja a oreja y se va al salón. Antes de que cierre la puerta, le digo que hace una noche estupenda que me espere levantado; que habrá visitas.
Tengo que poner un énfasis especial para convertirme de nuevo en humano. Me pego una ducha rápida, visto con mi mejor traja y salgo a cazar.
La primera de mis victimas, casualmente, es la primera mujer con la que me cruzo: De unos cuarenta y tantos, enormes pechos caídos, pelo teñido para ocultar las canas y culo enorme. Calculo, que al menos, habrá parido tres veces. La agarro del cuello, me levanto del suelo junto a ella, y en el aire; sacio mi sed. Me resulta pura ambrosía.
Luego, un más templado, selecciono mejor el tema. Voy a una discoteca para menores. Esta hasta los topes de chicas de catorce, quince y dieciséis años. Casi al azar, entro en las mentes de cinco de ellas y las mando visitar a mi Siervo. Les digo, que si tardo mucho, se diviertan con el odontólogo. A continuación, vuelo hasta el burdel más cercano, y pago placenteramente por sodomizar y sorber la sangre de tres prostitutas. Y todo sigue pareciendo ambrosía.
Y mi apetito parece no tener fin. Desde luego es verdad que el sol tiene efectos curativos.
Al salir del prostíbulo, tengo que asesinar a los guardias de seguridad porque querían detenerme. A uno, el más alto, le arranco la cabeza de un manotazo. Los chillidos de las putas son espantosos, y se acrecientan todavía más, cuando al otro guardia, le saco las tripas y se las pongo de corbata. ¡Y las mujeres de vida alegre sólo saben gritar! Así como quieren salir adelante.
Paulatinamente, sin prisas, acabo con todas ellas y con algunos clientes, los que no tuvieron la suerte de esconderse pronto. Respiro con fuerza, aquel olor es magnífico, esplendoroso, inolvidable… Pero entonces me acuerdo de mi Siervo y de las cinco criaturas que me esperan en casa. Y lo primero es el hogar y la familia, ¿no?
Cuando en la sala de estar me encuentro a las cinco muchachas desnudas, una está con mi Siervo liada, y las otras cuatro entre ellas. Al verme, sienten un terrible orgasmo y caminan hasta mí con los brazos extendidos, como los zombis de una película de terror. Las invito a seguirme hasta mi habitación especial, hasta mi comedor particular.
Allí hago el amor con todas y bebo su sangre como si fuera la primera comida en mucho tiempo. Me siento fuerte y poderoso, como si volviese a nacer. Cuando concluyo mi Siervo
Me pego una buena ducha y me acuesto. Los sueños fluyen dulces y suaves, calientes y salados. Sueño con sangre esa noche. entra y retira los cadáveres, más piezas para su osario. Pienso que esta noche van a sonarle a gloria los muelles de la cama que tiene en el sótano. Sonrío, todavía tengo que hablar con el para que me cuente muchas cosas.
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