jueves, mayo 06, 2004

Las bodas reales


Como me gustan las bodas y toda su parafernalia. Primero los novios se hacen fotos bonitas por separado, sus rostros denotan nerviosismo y un si igual impaciente deseo de fornicar. Ella, con su vestido blanco, él con sus zapatos negros caros. Y entonces el novio llega a la iglesia expectante, sonriente y lo bueno es que no sabe por qué. La novia está tranquila, a pesar de que su pecho mueva a vaivenes su vestido. La ceremonia es agradable y sin sorpresas, el cura no se equivoca al decir los nombres y los novios dicen: "Sí quiero" con determinación.

Y luego el beso y el arroz y el convite con langostino y solomillo y el baile con lo último de Cheno, Bisnal, el barrio y Queco. y los invitado sacan sus coches tunnig y encienden los neones para que el respetable sonría complacido. Y ponen Camela en sus potentes equipos de sonido. El cura se emborracha con el padre de la novia y le dice que el sexo es un bien de Dios para el disfrute del matrimonio. Y el padre de la novia le cuenta que él ya se follaba a sus esposa antes de casarse y al cura se la suda y se echa un cigarro apelando a la secularización.

Y las mujeres llevan vestidos caros horrendos rojos, blancos o negros que les sientan como el culo en los que marcar la celulitis y sus pechos caídos de gruesos pezones. Y ellos visten un traje (el de siempre) y acaban con la camisa por fuera y la corbata floja pensando que las mujeres con vestido ganan una barbaridad. Borrachos se fuman el puro y beben sin miedo contando historias falsas sobre ellos mismos y sus amigos.

Y los niños corretean felices por el salón. y no comen nada hasta el postre y se ríen y son felices viendo como sus padres aparentan que son felices.

Y los adolescentes con granos no se masturban porque sus padres están delante; porque las mujeres con vestido ganan una barbaridad. Y ellas sonríen porque saben que las miran y observan y tienen fantasías que nunca harán realidad con galanes de telenovela cultos porque hacen culturismo y no tienen una tripa cervecera con la que sólo se ven el pene cuando están empalmados.

Que bonitas son las bodas y toda su parafernalia.

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