viernes, abril 20, 2007

Diario de un erasmus: día 175

Sunny days

Parece que mi mala suerte con el tiempo ha cambiado y por fin he podido disfrutar de un poquito de sol. En Semana Santa llegué a pensar que la lluvia me seguía y me fui de un lluvioso y frío Portsmouth a un lluvioso Bournemouth y de un lluvioso Bournemouth a una lluviosa y muy fría España. Cuando volví a Portsmouth la semana pasada un brillante Sol me recibió en el aeropuerto de Bournemouth y de regreso a Portsmouth desempolvé las gafas de sol para pasar mi primer día de playa del año. ¡Y manda huevos que tenga que ser en Inglaterra cuando estuve una semana antes en Peñíscola!

El Viernes pasado me dijo Pablo qe hacía un tiempo estupendo para hacer una barbacoa en la playa y yo le dije que tenía razón. Nos fuimos a correr (por fin, después de tanto tiempo planeándolo) y vimos un montón de gente disfrutando de la playa. Total, que al día siguiente me levanto y me salta: "Que vienen todos estos para hacer una barbacoa en la playa". Este Pablo es la poya, de repente me entero que voy a tener la casa llena de gente a dos horas de que vengan. Y yo con lo presumido que soy (que me lo está pegando el Emilio) me veo en pijama y sin duchar.

Cuando estuvimos todos nos fuimos a comprar a Asda y luego vuelta a la playa por lo que la soleada barbacoa se convirtió en una barbacoa nocturna en el "Seafront" con vistas al mar. Se quejaron todos menos los españoles porque en el resto de europa no se hacen las barbacoas de noche. En España, con lo que casca el sol, el mejor momento para salir a la calle a hacer una barbacoa es la noche, pero aquí... como bien me dijo Robert, un amigo alemán, "This is England, not Spain". Toda la razón del mundo. Yo pasé un poco de frío, pero como sobró comida (mucha comida) propuse pasar un día de playa a la mañana siguiente. Al principio toda la gente estuvo de acuerdo, pero cuando llevé a toda la gente a casa después de la barbacoa (nuestra casa es la más cercana al "Seafront") y el último grupo se fue a eso de las 4 de la mañana ya se había decidido postponerlo.

Fueron muchas horas en nuestra casa jugando a una variante de la ruleta en la que cada número tenía su prueba. Era una especie de fusión entre el juego de pruebas que Héctor nos enseñó en Mojácar con el "Okimocho" de Veroli en Gales. La gente se lo pasó muy bien y ya empiezo a sentir que me merezco el nombre de "Party organizer" que Michael, un amigo de Malasia, lleva ya una temporada poniéndome.

El Domingo me despertaron los débiles toques de Pablo en mi puerta. El despertador estaba sonando, así que le dije que pasara. Mirando por la ventana vi que hacía mejor día incluso que el anterior. Entra Pablo y me dice: "En una hora están aquí Julia y Cristina para cocinar. Vamos a la playa". ¡Madre mia! ¡Otra vez no! Y yo con legañas. Al final me dio tiempo a prepararme y pasé un magnífico día de playa. Me di mi primer baño inglés en unas congeladas aguas oceánicas y me di cuenta que tenía que comprar inmediatamente unas chanclas y una toalla de playa.

No hay comentarios: