lunes, octubre 16, 2006

Diario de un erasmus: dia 23

Shopping in the UK

El Viernes 13 decidimos ir de compras, después de las clases, para comprar todo lo necesario para la fiesta internacional del Sábado. En Portsmouth tienes varios sitios para comprar barato, pero sin duda el rey de los precios bajos es Asda. El único problema que tiene Asda es lo lejos que está de nuestra casa, porque para venir cargados desde Fratton road hasta nuestra casa hay que echarle cojones.

Cuando el primer día que compramos en Asda intentamos robar el carrito nos dimos cuenta de la imposibilidad de dicho acto. Los carritos de Asda disponen de un sistema en una de las ruedas que la bloquea cuando atraviesan la frontera del parking. Imaginaros el careto de Pablo y mio cuando al atravesar la mecionada frontera, con cara de satisfacción por lo
fácil que había resultado el hurto, oimos un chasquido muy fuerte. Pensando que se nos había caído algo del carrito miramos al suelo y al no encontrar nada volvemos a tirar del carrito:

- "Está un poco más duro ahora, ¿no?", le dije a Pablo.- "¡Pues empuja más fuerte!", me contesto.- "¡Tira tu también cojones!"- "Ya parece que va"- "El caso que va más duro que antes... ¡Coño!¡Que estamos dejando un rastro de tiza!"

El rastro de tiza resultó ser el plástico, desgastado por el rozamiento, que cubría la rueda a modo de dispositivo anti-robo. Con la sange manchega que recorre mis venas no me hubiese importado arrastrar, aún así, el carro hasta casa, sin embargo, Pablo decidió llamar a Andrés para que nos echase una mano con el coche.

Así pues, esta vez, para no volver a molestar a Andrés, se nos había ocurrido la idea de recolectar carritos de la calle con el típico dispositivo de monedas. Para la noche del Jueves habiamos recogido de la calle 2 carritos de la compra. El primero de ellos era de tamaño pequeño procedente del Tesco. Lo encontramos muy cerca de casa. Sin embargo, cuando dos días después vimos otro más grande del Aldi no dudamos en recogerlo y traerlo para casa también.

A pesar de todo, con dos carritos aparcados en nuestro portal, no podiamos ir cargados con ninguno de ellos a clase, ni tampoco volver de clase a casa, sólo para coger los carritos (lo que era una perdida de tiempo). Así pues, se nos planteó el dilema de cambiar el Asda por cualquier otro supermercado un poco más caro como el Tesco. Finalmente decidimos ir al Asda... y fijate que suerte... ¡nos encontramos un nuevo carrito de camino! Más felices que perdices y más agusto que un arbusto nos metimos con nuestro carrito en el Asda y lo llenamos a tope. Después de gastarnos 25 libras cada uno creo que tenemos comida para mes y medio. Además, el rato de risas que pasamos arrastrando un carrito lleno de comida por medio Portsmouth no lo olvidaré en mucho tiempo.



International dinner party

Por fin llegó el Sábado 15 y, después de levantarnos tarde como siempre despues de una noche de diversión, comimos y nos pusimos manos a la obra con la cena que teniamos que preparar para la fiesta que habiamos organizado en nuestra casa. Pablo se encargó de las tortillas y yo me puse con los canapés y las tapas. Por su parte, Lindsay y Noémie prometieron sorprendernos en los postres.

Las primeras en llegar fueron las italianas con su "Pizza delivery" sonando en el telefonillo. Más tarde llegó la casa de José y algunos representantes de otras casas. Después aparecieron Edu, Joe y unas invitadas sorpresa. Por último llegó la casa de Andrés con los altavoces que necesitábamos. La fiesta había empezado.

Tortilla de patatas manchega con chorizo, tapas madrileñas, pasta a la putanesca desde Italia, carne en salsa alemana, pollo en salsa vegetal desde Malasia, huevos rellenos andaluces, frijoles de Colombia, bollos y dulces ingleses, creps franceses, ensalada de verduras granadina y vino portugués. Como ya había intuido, me bastaron 15 minutos para darme cuenta de que había desaparecido todo el lomo. Fueron los 15 minutos que tarde en cerrar la puerta de entrada, ir a la cocina, coger mi plato de pasta y levantar mi brazo para señalar (recomendando la tapa a una italiana) el vacío plato que pocos minutos antes albergaba la preciada tapa.
Exactamente como nos advirtió José, apareció mucha más gente de la que estaba invitada, pero aún así no faltó que llevarse a la boca y nos hinchamos a comer. Pablo, cuando la gente empezaba a caer rendida en los sillones, se encargó de animar el cotarro y así conseguimos que la fiesta durase hasta cerca de las 4 de la mañana. Todo el mundo coincidio en que se lo habian pasado muy bien y les había gustado mucho. Yo por mi parte, desde luego, me llevo muy buen recuerdo.

2 comentarios:

El Abuelo Agonías dijo...

Pero follaste o no. A ver explicate, que estas solo perdio por el mundo con francesitas e inglesitas etc. Aunque sea en un mail privado cuentanos si se fornica por allá, leñe. Y conprat eun movil con camara para hacer fotos.

Ulmin dijo...

Por supuestisimo, acabe borracho y sin pillar. Para detalles privados ya os mandare mails privados. En cuanto a fotos estoy detras de los paparazzis de la fiesta. Algun dia te mandare algunas.