martes, octubre 24, 2006

Diario de un erasmus: dia 31

The classic

A duras penas conseguí enterarme que este finde había dos acontecimientos deportivos muy importantes en España. Uno de ellos era el clásico, el partido de liga por excelencia, los dos eternos rivales. El Real Madrid y el FC Barcelona se enfrentarían en el Bernabeu en una temporada en la que los dos equipos están a muy buen nivel. El otro acontecimiento era la posible consecución del titulo mundial de Fórmula 1, por segundo año consecutivo, del coronado rey del viento Fernando Alonso.

Lamentándome por no tener internet en casa para seguir la jornada deportiva minuto a minuto, decidí hablar del tema con unos amigos que sí que tenian internet. La sorpresa fue enorme cuando me dijeron que en varios bares de la zona retransmitirían el partido y rápidamente quedamos para ir a uno de los bares. Su nombre: "walkabout".

De camino, Edu, un chico de Valencia que le gusta el heavy metal y a lo mejor me vende una guitarra, me comentó que Schumacher había reventado el motor y Alonso ya era campeón del mundo. No se debió enterar muy bien, porque cuando llegamos al bar pudimos ver en uno de los televisores que lo que había reventado fue una rueda y volvió a pista llegando a hacer uno de los mejores papeles de toda su carrera y remontando desde la última posición a una maravillosa cuarta plaza. Conclusión: Schumacher se retira como el mejor piloto de todos los tiempos de Fórmula 1, pero no se retira como campeón, ya que un chaval le ganó este año el juego y quizás algún día le gane todo el set.

Por fin, el partido. De primeras me extrañó no ver en el once a nombres como Ronaldo o Beckham, pero lo que me hizo refregarme los ojos fue ver a un Madrid tocando, jugando bien y dominando un partido muy difícil. "¡Este no es mi Madrid! ¡Me lo han cambiado!". Yo siepre he confiado en Capello y sabía que haría un buen equipo como ya hiciera tiempo atrás, pero el cambio fue sorprendente. Si que es cierto que al final de cada parte se vio a un Madrid cansado y un claro dominio culé, pero también es normal ya que hablamos del actual campeón de liga y de Europa. Resultado final 2 - 0 con un golazo de Raúl que me dejó roto. ¡Raúl y de cabeza! Si que va a ser cierto que Capello saca lo mejor de Raúl.



A month

"- Hasta aquí señor Frodo.

- ¿Hasta aquí? ¿Qué quieres decir Sam?
- Si doy un paso más será lo más lejos que he estado nunca de la Comarca...
- Vamos compañero, aún nos queda mucho camino que recorrer juntos."

Con estas palabras expresaba Samsagaz Gamyi su miedo a entrar en lo desconocido, su miedo a salir de la rutina, su miedo a encontrar esos elfos que tanto deseaba ver. Por paradógico que parezca, es normal, en el ser humano, desear probar cosas nuevas y sin embargo, es ese mismo deseo el que nos frena a la hora de intentar saciar nuestra ansia. Al igual que el pequeño Sam, en la archiconocida obra literaria "El Señor de los anillos", muchas veces, sentimos la necesidad imperiosa de romper con la rutina y hacer algo diferente, pero nos aterra dejar de hacer la tarea diaria sólo para dedicar ese tiempo a hacer ese algo que siempre quisimos hacer. En este caso, fue la mano amiga de su inseparable Frodo Bolsón la que le ayudó a dar el paso hacia ese mundo nuevo que se abría ante sus ojos. Después de aquello, Sam se enfrentaría a monstruos horribles e incluso pondría su vida en peligro, pasaría hambre y le llovería encima, sin embargo también tendría vivencias únicas que le harían elegir mil y una veces dar ese pequeño paso que iniciaba un largo camino.

Hoy, hace un mes que estoy lejos de casa. Mañana, cumpliré el máximo tiempo que he estado fuera de mi hogar. El mes que pasé en Gales, el verano pasado, parece ridículo comparado con los nueve meses que voy a vivir pisando suelo inglés. Durante este tiempo, he dormido arropado con mi cazadora, me ha cogido una lluvia torrencial a media hora de casa y sin paraguas, he comprado acondicionador pensando que era champú, he tenido miedo y me he sentido solo. Sin embargo, como Sam en su aventura, siento que los buenos momentos pesan más que los malos y los malos momentos no se ven sino como lecciones de la vida.

Me acuerdo de todos vosotros cada día que paso aquí y os echo de menos a todos. Nueve meses es mucho tiempo para añorar a un ser querido, pero poco para olvidarlo. Me vereis en Navidades.

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