viernes, diciembre 01, 2006

Diario de un erasmus: día 69

Letters from my Erasmus 3

Queridas abuelita y tía Ana Mari:

Cada día que pasa me encuentro más cómodo aquí. Vivir solo está dejando de ser un problema por momentos y estoy aprendiendo un montón de cosas que antes no me hacían falta. Por ejemplo... la cocina. Estoy aprendiendo recetas muy complicadas y el otro día ¡usé la sartén! ¿Sabíais que los huevos fritos se pueden freir en una sartén con aceite en lugar de usar el microondas? Pues sí, por lo que se ve, antes de inventar el microondas, la gente usaba este método en el pasado. Quizás la abuela sepa como se hace. Los huevos salen muy ricos y no están tan acartonados.

A pesar de estar agusto y feliz os echo de menos. Estoy extrañando mucho a todos mis seres queridos y es la única razón por la que quiero volver a España en Navidades. Para veros a todos.

Ya sabreis que estoy trabajando y con el primer sueldo me he comprado una guitarra eléctrica. Yo sé que Ana Mari quería regalarme la suya, pero yo la quería eléctrica para imitar a mis estrellas de rock. Al principio me sentí un poco desilusionado porque cuando tocaba las cuerdas no sonaba "La chispa adecuada" y pensé que estaba rota. Luego Pablo me explicó que tengo que tocar las cuerdas en un orden determinado para formar algo así como "notas y acordes". Parece muy divertido. Ya os tocaré algo sencillo.

¡Uy! ¡Qué despistado! Son casi las 12 de la madrugada y os querreis acostar. Siento estar escribiendo tan tarde, pero con los estudios y el trabajo tengo poco tiempo libre. Espero que mañana no tengais ojeras.

Muchos besos. Vuestro nieto y sobrino.

1 comentario:

Ulmin dijo...

Bonito número de días