domingo, junio 24, 2007

La Luz Del Vampiro - Mudanza


Menuda torpeza la de antes. Sería mejor no haber hablado; pero tengo una boca que aparte de tener dos filas de dientes muy prominentes, también tiene el don de eso; la torpeza.

Entonces empiezo a imaginar, aunque ya no sirva de nada, todo lo que podía haber dicho sin meter la pata. Mi cerebro se llena de frases ingeniosas, arrebatadoras, elocuentes, que la verdad, ya no sirven para nada. O mejor, quizá no tendría que haber dicho nada.

Una vez una chica que me intentaba ligar me dijo:

Eres un rancio.

Y yo me encogí de hombros y me volví hacía un cubata medio de frustración y deseo. Luego mi cerebro empezó a llenarse de frases que podía haber dicho para arreglarlo todo. Pero tarde era ya para este hijo de Adán.

Hijo de Puta dice una mujer a mi espalda. Acaba de verme comer una gata y sólo se le ocurre decirme eso.

Me vuelvo despacio, escondo mis dos filas de dientes, mi rostro tiende a parecerse otra vez al de aquel rancio borracho que no triunfaba ni en peor de los prostíbulos. Sonrío, por la comisura de mi boca resbala la sangre tibia del felino. La mujer resulta que es una veinte añera de ojos verdes que me mira con cara de asco. Me introduzco en su mente, es la dueña de la gata, se llamaba plumi.

Pongo cara de pena y me encojo de hombros. Como no tengo un cubata medio de frustración y deseo, no me queda otra que enseñarle mis dos filas de dientes y mi verdadero rostro. Observo como la cara de ella se contrae al ritmo que la mía. El miedo la invade, se queda quieta, paralizada.

Entonces me como a la dueña de Plumi, sin contemplaciones.

Tenía hambre digo con voz gutural.

Supongo que al hablar con la boca llena me atraganto y acabo vomitando parte de la gata sobre la chica que aun vive; aunque desmembrada. Hago guifos y ya soy incapaz de comer más. La chica grita y unos segundos después empieza a aparecer gente por todos lados.

En fin, he tenido que asesinar a doce personas y aún así creo que se me han escapado por lo menos dos. Con la cabeza gacha vuelvo con mi siervo que se lleva las manos a cabeza, luego me mira y asiente con una sonrisa.

Hacemos las maletas y nos vamos, aquí no podemos seguir más.

Pues vaya

2 comentarios:

Ulmin dijo...

Vuelve el vampiro más esperado. Gracias abuelo.

El Abuelo Agonías dijo...

De nada hombre, y ahora q vuelves a españa a ver si nos vemos