domingo, junio 10, 2007

Diario de un erasmus: día 226

Red bull nights

Como habreis notado debido al bajón del número de correos he estado un poco liadillo. Llevo un par de semanas de infarto. El motivo ha sido el proyecto y el "report" que le acompaña. Como suele pasarme con todo en esta vida, se me acumula todo para el último momento, para el final.

El pasado Jueves 31 tenía mi segunda entrevista con el moderador de mi proyecto. En esa entrevista debía entregarse un proyecto casi finalizado ya que la entrega del mismo era la semana siguiente. Como iba bastante mal de tiempo decidí sacar horas de donde no las había y hacer una de esas famosas "maratones de Red bull" que me enseñó a hacer Luis Toledano y que hacen que te sientas tan orgulloso como el que acaba de coronar el K2. Por si no lohabeis imaginado hasta ahora se trata de no dormir en toda la noche a base de Red Bull y trabajar como una moto todo lo que el cuerpo aguante. Parecía que el "planning" diseñado se cumplía a la perfección hasta que la noche de antes a la cita me llaman las niñas de Salamanca: "El cumple de José es mañana y como nos vamos a Southampton queremos darle una sorpresa a las 12 de la noche". Puuuuuuuf, ¿Y cómo decir que no?, ¿a mi José?, ¿a mis niñas?, ¿a mi familia en Escocia?. Como podeis imaginar fui a la sorpresa y acabé cardiaco perdido de Red Bull, otra vez, a las 7 de la mañana con confeti aún por el pelo y decidiendo q ya empalmaba con la entrevista. Por suerte, debido a que no terminé todo lo que pensaba, al llegar a mi puesto leí un correo de mi moderador aplazando la cita debido a enfermedad. Esto me daba cuatro días más de margen... y como siempre... (típico en mi)... acabo otra vez la noche de antes a la entrevista aplazada con tres Red Bull encima de mi mesa de estudio. "Dos como mucho durante la noche y el tercero para la entrevista" ¡Poyas! A las 8 de la mañana estaba esprimiendo las últimas gotas del tercero ante la nueva caída de párpados y prometía comprarme otro antes de ir a la uni para la entrevista mientras me cagaba en Luis Toledano por enseñarme el término "noches de maratón con Red Bull".

La entrevista no fue mal y al día siguiente conseguí entregar un proyecto decente, que no la incompleta memoria que hubiese querido.



Fucking holidays

Por fin entregué el proyecto y después, el Viernes, superé el "showroom" con bastante clase. Se trataba de presentar tu proyecto a diferentes empresas y ojeadores que se acercan a la uni a fichar nuevos talentos.

No llegué a apreciar realmente lo que había conseguido hasta el día siguiente y es que prácticamente he acabado la carrera a falta sólo de aprobar la asignatura que me queda para Septiembre (dichosa TSF). De todas formas, pase lo que pase en Septiembre, ahora estoy de vacaciones y por fin puedo gastar todo el dinero que he ganado trabajando de profesor.

Sin embargo, estás vacaciones llegan tarde y ya no queda tanta gente en Portsmouth para disfrutar. Ahora las "house parties" se ven vacías y sin ambiente. Gran parte de la culpa la tienen las despedidas que ahora ya son cada día. Dos de las más dolorosas fueron la del ciccio Francesco el Lunes pasado y, sobre todo, las de mis niñas de Salamanca el Miércoles. Con el lío de los proyectos no pudimos despedirnos en condiciones de ellas hasta el Miércoles después de entregar el proyecto cuando David, José, Andrés y yo nos presentamos en su casa como zombies. Cuando las lágrimas de Raquel mojaron mi mejilla al darla dos besos de despedida no pude evitar coger la bici y seguir al taxi hasta la parada de autobuses donde las di un último beso de despedida. Más tarde en casa de David, retrasando el deseado momento de coger una cama por fin, mientras hablábamos de lo agusto que se estaba sin pensar en el proyecto, no hacía más que aparecer en mi mente la frase "Oye, llama a las niñas a ver que hacen". Sin embargo, cuando abría la boca para decirlo, me acordaba de que ya no estaban y volvía a pensar "jodidas vacaciones".

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